¿Emprendedor es lo mismo que empresario?
Existe una eterna discusión sin solución final respecto a si un emprendedor es lo mismo que empresario. ¿Emprendedor empresario? ¿Empresario emprendedor?
Nos inclinamos a creer que hay una diferencia elemental entre ser emprendedor y ser empresario aunque los dos conceptos tengan aspectos en común y en casi todo sean lo mismo, pero hay elementos que sólo el emprendedor tiene y que lo hace único, especial.
Básicamente el emprendedor es esa persona a la que se le ocurren las ideas sin ser empresario. El empresario es generalmente quien ejecuta las ideas, quien gestiona el negocio, la empresa, lo que no quita que el empresario tenga ideas de negocios y que el emprendedor gestione su propio negocio.
El emprendedor innato, gusta de generar ideas, implementar y luego delegar para embarcarse en otro proyecto, ese es su pasión, su razón de ser y de existir. Un empresario encuentra una gran idea de negocio y con ella se queda por mucho tiempo.
El emprendimiento es riesgo y aventura, mucho más riesgo y aventura que ser empresario. Buscar ideas y tratar de echarlas a andar conlleva mucho más riesgo y más adrenalina que seguir un plan de negocios de una misma empresa por largo tiempo. Ese espíritu de aventuras quizás es lo que marca la diferencia entre el emprendedor y el empresario.
Hay emprendedores empresarios y hay empresarios emprendedores, pero también lo contrario, esto es, emprendedores que no son empresarios y empresarios que no son emprendedores, y por eso cada uno suele dedicarse a lo suyo: El emprendedor a generar ideas y el empresario a ejecutarlas y administrarlas, a no ser que una misma persona tenga los dos perfiles, o cuanto menos se siente cómo haciendo los dos papeles, pero en todo caso serán personas sin muchos proyectos en su historial.
De otra parte, se puede decir que es posible aprender a ser empresario, y básicamente eso es lo que hacen las escuelas de negocios o las universidades con su programas de administración de empresas y similares. En cambio, aprender a ser emprendedor no es tan fácil. El gusto por el riesgo y la aventura no se aprende yendo a una catedra o leyendo un par de libros. Es algo que simplemente está en cada persona. Sentirse cómodo ante la incertidumbre constante no es algo que puede dominarse con facilidad. Ni la capacidad para generar grandes ideas se puede aprender. Hay personas a las que simplemente se le ocurren cosas y a otras no por más títulos que cuelguen en su pared. Hay quienes pueden leer informes financieros y tomar grandes decisiones con base a ellos, pero son incapaces de generar una idea de negocio.
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